IMPEDIMENTOS PARA ORAR
Todos estamos convencidos de la importancia de la oración.
Lo sabemos de sobra... Y sin embargo, siempre arrastramos la sensación de que oramos poco, menos de lo que debiéramos o quisiéramos. Y cuando nos ponemos a ello, descubrimos que nos cuesta mucho orar, que no nos sale de manera natural, que orar supone esfuerzo, dedicación, paciencia y aprendizaje.
Por ello no está de más empezar por reconocer que en nuestra sociedad y en nuestra vida hay muchos aspectos que no nos ayudan:
Dificultades desde la sociedad:
- la mentalidad utilitarista
- la mentalidad consumista
- la mentalidad hedonista
- la mentalidad inmediatista
- la mentalidad materialista
- el ritmo y estilo de vida que llevamos
Dificultades desde la vida de fe:
- lo difícil de la oración, que pide un aprendizaje
- la falta de modelos de personas de oración
- las experiencias frustrantes a la hora de orar
- las imágenes deformadas de Dios
- el desconcertante “silencio” de Dios